Emociónate con tus propósitos de nuevo año

Es habitual para muchas personas plantearse nuevos propósitos para el nuevo año. Sin embargo, habitualmente es más fácil establecer la meta de lo que se querría conseguir que realmente lograrlo. ¿Os suena de algo?

Las emociones que sintamos en relación a nuestro objetivo pueden influir notablemente en el resultado, así que es muy importante que las utilicemos a nuestro favor. Recordad que las emociones son adaptativas, y aunque puedan aparecer de forma reactiva a algo podemos hacer muchas cosas para gestionarlas y también evocarlas cuando nos haga falta. Cuando queremos lograr un objetivo también será importante la gestión emocional.

Vamos a analizar un ejemplo concreto. Imaginemos que mi objetivo es ponerme en forma este año. Nos vamos a imaginar que el año pasado no hice nada de deporte y que este mes quiero empezar a coger una buena forma física. El primer paso será realizar una planificación, que tiene que ser factible para mí. Será importante establecer un objetivo muy pequeño, que tenga claro que puedo lograr. Si he decidido ir a correr y el primer día me propongo ir a correr 30 minutos, ¿cómo creéis que me sentiré si no lo consigo, algo probable ese primer día? Posiblemente sentiré emociones desagradables como frustración, angustia o rabia, y la probabilidad de que mañana vuelva a salir a correr disminuirá. En cambio, si yo me propongo algo factible para mí, como por ejemplo, correr un mínimo dos minutos (aunque luego pueda hacer más), o incluso andar rápido 5 minutos, seguramente sentiré otras emociones diferentes al conseguirlo, como alegría, satisfacción, orgullo… Esto hará más factible que al día siguiente siga dedicando tiempo a mi objetivo.

Por lo tanto, como veis, un truco que nos puede ayudar será evocar emociones agradables para nosotros en relación a nuestro propósito. Así, aparte de fijar un objetivo pequeño (lo que nos permitirá evitar frustraciones si no lo logramos) será también importante que adaptemos la actividad en positivo, añadiendo elementos que nos gusten y nos motiven. Por ejemplo, para hacer ejercicio podemos ponernos música, o si nos cuesta realizarlo solos podemos probar a hacerlo en compañía de otras personas. Por otro lado, por supuesto será importante que podamos ir adaptando y cambiando nuestra planificación inicial cuando haga falta. Quizás encontremos otro tipo de actividad que nos motive más, o tal vez haya otro horario que nos vaya mejor… Permitámonos experimentar hasta encontrar la mejor opción para nosotros.

Estas son algunas ideas, pero por supuesto hay muchas más opciones para conseguir nuestros objetivos. Decidme, a vosotros ¿qué es lo que más os ayuda a lograr vuestros propósitos?

Gestionando nuestras emociones

Estos días la sombra de la segunda ola de COVID-19, junto con todas sus consecuencias en los distintos ámbitos de nuestras vidas, puede estar influyendo el bienestar emocional de muchos de nosotros. En estos momentos de dificultad será esencial acordarnos de utilizar estrategias que nos ayuden a sentirnos mejor y a gestionar mejor nuestras emociones.

Existen múltiples recursos que nos pueden ayudar para mejorar nuestra gestión emocional. De hecho, desde que empezó la pandemia se ha desarrollado una gran cantidad de material de consulta en este sentido. Para el post de hoy hemos elegido un recurso web que nos ha parecido bastante interesante, ya que nos ofrece muchas opciones distintas para utilizar en nuestro día a día: https://gestioemocional.catsalut.cat/

¿Qué nos ofrece esta aplicación web? Una vez abrimos la web y aceptamos los términos y condiciones aparecen 3 apartados:

  1. Recursos de gestión emocional: En este apartado encontraréis múltiples recursos interesantes para aplicar a distintas situaciones.
  2. Evalúa tu estado: Permite realizar un test para evaluar nuestro estado emocional actual.
  3. Recursos profesionales: Aparecen una serie de teléfonos y links (aunque son principalmente recursos locales, útiles sobre todo en Cataluña).

Os invito a revisar el apartado de Recursos de gestión de emocional. Una vez dentro, encontraréis recursos concretos para distintas dificultades que nos puedan surgir, ya sea dificultades para dormir, lidiar con las preocupaciones, la tristeza, las emociones negativas… Para cada dificultad que escojáis nos aparecerán una serie de herramientas como sugerencias. Podemos ir revisando las distintas sugerencias hasta encontrar la que nos vaya mejor en ese momento.

Aquí tenéis un ejemplo: si tenemos problemas para dormir podemos encontrar distintas herramientas interesantes, entre ellas:

  • Una serie de sonidos ambientales: Grillos, un bosque, una playa, la lluvia…
  • Ejercicios de respiración cortos
  • Ejercicios de relajación
  • Imágenes relajantes

Os animo a que echéis un vistazo a esta aplicación web y tratéis de aplicar algunas de las sugerencias. Aunque ya tengamos estrategias que nos funcionen habitualmente, siempre ayuda poder ampliar y revisar otras posibilidades. Decidme, en esta época, ¿qué es lo que os ayuda más a sentiros mejor en el día a día?

¿Tengo una buena inteligencia emocional?

Seguro que has escuchado hablar mucho sobre la inteligencia emocional. Se refiere a la capacidad de tener en cuenta las emociones, tanto propias como de otros, para poder manejarlas. En realidad, engloba una serie de habilidades distintas. En tu caso, ¿te has planteado cómo es tu inteligencia emocional?

Te propongo realizar un test para poder conocerte mejor y analizar cómo es tu inteligencia emocional en estos momentos. Por supuesto, recuerda que la inteligencia emocional no es algo completamente estable, se puede trabajar e incrementar, así que si los resultados actuales no fueran los que esperabas ten en cuenta que con la práctica siempre se puede mejorar. En este sentido, en la próxima entrada encontrarás algunos consejos útiles para incrementarla.

En este link encontrarás un test validado de inteligencia emocional, el TMMS-24, que ha sido ampliamente utilizado en investigación. Es importante recalcar que se trata de un test validado, ya que quizás puedas encontrar otros tests en la red que no hayan pasado por un proceso de validación, y por tanto no sean igual de fiables.

Ahora, te animo a que completes el test y luego analices los resultados. Si es posible, te recomiendo que realices el test antes de seguir leyendo, para que no te influya la siguiente explicación en tus respuestas.

Test de inteligencia emocional (TMMS-24)

Los resultados del TMMS24 te darán información sobre 3 componentes de la inteligencia emocional:

  • Atención: Ser capaz de sentir y expresar los sentimientos de forma adecuada
  • Claridad: Ser capaz de comprender los estados emocionales
  • Reparación: Ser capaz de regular los estados emocionales correctamente

Lo ideal sería tener puntuaciones altas en claridad emocional (saber lo que sentimos) y reparación emocional (saber regular nuestras emociones para sentirnos mejor). En cuanto a la atención, hay que tener en cuenta que la interpretación funciona de forma distinta, lo ideal sería estar en un punto medio (prestar cierta atención, pero no a niveles altos). ¿Por qué? Si prestamos demasiada atención, fijándonos constantemente y preocupándonos por cómo nos sentimos, esto puede llegar a interferir con nuestro día a día e incluso en algunos casos llegar a obsesionarnos. Nuestras emociones son importantes, pero hay que prestarles la atención adecuada, ni más ni menos.

En realidad, pasa algo parecido con la atención que prestamos a pensamientos o sensaciones físicas, el nivel de atención ideal es el punto medio, hay que prestar cierta atención, pero sin que sea excesivo. Por ejemplo, si un día estamos enfermos es importante que nos fijemos en los síntomas que tenemos para saber qué nos pasa y poder reaccionar tomando medidas concretas para encontrarnos mejor. Seguramente lo que hagamos será diferente en algunos aspectos según los síntomas que tengamos (por ejemplo, podemos decidir tomar o hacer algo distinto si tenemos náuseas o si tenemos fiebre). Sin embargo, si estamos demasiado atentos a los síntomas es posible que empecemos a dar vueltas al tema, hacer interpretaciones y si el contenido de nuestros pensamientos es negativo (por ejemplo: “no me voy a curar” o “cada vez estoy peor”) al final puede llegar a afectar a nuestro estado emocional. Darnos cuenta de estos procesos nos puede ayudar a tomar distancia cuando sea necesario y a gestionar mejor nuestras emociones.

Te invito a que ahora analices tus resultados en los tres componentes del test TMMS-24. Sea cuál sea el resultado te felicito por haberte tomado este tiempo para conocerte un poco mejor. Con los resultados delante, dime, ¿cuál es tu punto fuerte? ¿Qué te gustaría mejorar, y qué crees que te podría ayudar a ello?

Retazos del blog: Pensamientos, emociones y sensaciones: Ejemplos sobre la alegría

Recientemente os preguntamos si conocíais la diferencia entre  un pensamiento, una emoción, y una sensación. Haciendo una breve síntesis los podríamos definir así:

Pensamiento: Creación de la mente, como por ejemplo frases o palabras (¡Qué buen día hace!, me iré pronto a dormir, ¡precioso!).

Emoción: Respuesta interna que se produce al detectarse un cambio significativo para nosotros, como por ejemplo sentir alegría al aprobar un examen o al encontrarnos por casualidad a una persona querida. Ejemplos de emociones pueden ser la tristeza, rabia, el amor, desconcierto…

Sensación (física): Percepción interna localizada en alguna parte de nuestro cuerpo. Algunos ejemplos serían: cosquilleo, calor, frío, dolor, presión, picor, tensión…

Para que lo veáis más claro aquí os dejamos unos ejemplos relacionados con la alegría:

Pensamientos, emociones y sensaciones - Alegría

Si os fijáis en vuestro día a día, podréis ver que estos aspectos (pensamientos, sensaciones físicas y emociones) pueden estar muy interrelacionados entre sí. ¿Se os ocurre alguna situación en la que sintierais alegría?¿Cómo completaríais este cuadro?

Encuesta

 

Te dejamos aquí links a otras encuestas anteriores, por si aún no las has contestado 😉 :

Si tomáis o habéis tomado pastillas anticonceptivas, ¿habéis experimentado algún cambio en cuanto al reconocimiento de las emociones ajenas?

Cuando siento malestar la comida que me produce más calma es

¿Crees que este año has sufrido síndrome post-vacacional?

¿Te cuesta identificar tus emociones?

¿Cuál de estas emociones creéis que es más fácil de gestionar?

¿Cuál de estas emociones creéis que es más difícil de gestionar?

Emociones básicas: ¿cuál de ellas crees que es la más predominante en tu vida?

 

Buscando un equilibrio en el día a día

Muchas personas empiezan el nuevo año con una serie de nuevos propósitos. Lo que no suelen tener en cuenta es que puede ser más fácil conseguirlo cuando también tenemos un adecuado equilibrio entre las actividades que nos aportan y nos quitan energía en nuestra agenda diaria.

Por eso os animo a aprovechar este inicio de año para realizar un sencillo ejercicio para analizar cómo está nuestra balanza entre lo que nos aporta y nos quita energía. Este ejercicio se suele realizar en los programas de 8 semanas de Terapia Cognitiva Basada en Mindfulness (MBCT), y puede sernos de ayuda volver a practicarlo de tanto en tanto. La idea es hacer una especie de “foto” de cómo estamos hoy, para poder hacer algunos ajustes después si es necesario. El primer paso sería coger una hoja de papel y apuntar todas las actividades que realizamos en un día. Es importante anotar también los pequeños detalles para luego poder analizarlo todo mejor, apuntando desde el momento que nos levantamos, nos vestimos, desayunamos, las distintas tareas que realizamos en el trabajo…

El segundo paso será dividir esa lista en dos columnas, como podemos ver en la imagen, distinguiendo entre las actividades que nos dan y nos quitan energía. Una vez lo hemos apuntado, analicemos si las dos columnas son aproximadamente iguales o tenemos más actividades en una de las dos columnas. Y a partir de aquí podemos hacernos una serie de preguntas. ¿Cómo nos puede estar afectando lo que vemos reflejado en el papel a nuestro bienestar y a nuestro nivel de energía? ¿Hay alguna cosa que podamos hacer para mejorar el equilibrio entre lo que nos da y nos quita energía?

A veces nos puede parecer que no tenemos muchas opciones de cambio, pero recordemos que siempre hay algo que podemos hacer de forma distinta, aunque sea algo muy pequeño. Por un lado, podemos aumentar o disminuir el número de actividades de nuestra lista (incluyendo más actividades que nos dan energía y eliminando o reduciendo el tiempo de alguna actividad que nos quite energía, si es posible). Pero otra opción es realizar una actividad de forma distinta a como la hacemos normalmente. Por ejemplo, hay personas que pueden considerar limpiar la casa como una actividad que les quita energía, pero si lo hacen mientras escuchan música les puede parecer una actividad que les aporta energía. Igualmente, no es lo mismo ir a hacer un recado corriendo que ir con tiempo y disfrutar del paseo. En vuestro caso, ¿qué creéis que os puede ayudar más a equilibrar las actividades que os dan y os quitan energía?

¿Cuál es nuestro nivel de bienestar en las distintas áreas de nuestra vida?

Estemos o no en un buen momento de nuestra vida, es importante pararse de vez en cuando a reflexionar sobre nuestra situación actual. Sabiendo con detalle dónde estamos y cómo nos sentimos en las distintas áreas de nuestra vida, será más sencillo realizar cambios para poder sentirnos aún mejor.

Una herramienta muy interesante que os animo a utilizar es la Rueda de la vida. Se trata de dibujar un círculo y dividirlo en apartados (como si fueran los “quesitos” del Trivial). Cada uno puede incluir los apartados que considere más importantes, como por ejemplo: Salud, Amor, Dinero, Amistad, Hogar, Familia, Diversión, Trabajo, Estudios, Desarrollo Personal, Espiritualidad… Un ejemplo sería esta imagen.

 

Una vez tenemos el círculo listo, la idea es ir rellenando los apartados para representar cómo de satisfechos nos sentimos en cada uno de ellos. Podemos poner una puntuación de 0 a 10 por apartado (por ejemplo: Salud: 9, Diversión: 3…) y pintar entonces cada apartado según la puntuación (por ejemplo, un 5 sería la mitad). Si no nos gusta la idea de poner la puntuación, podemos simplemente ir pintando cada apartado de forma más intuitiva para representar cómo de completo estaría ese ámbito para nosotros hoy en día. Un ejemplo de cómo podría quedar una rueda completada (en este caso sin incluir la puntuación) sería el siguiente.

 

Como podemos ver, en este ejemplo se puede ver de forma sencilla cómo las áreas a mejorar para esta persona serían sobre todo la diversión y el desarrollo personal, seguidas del dinero. En cierto modo, también se podría mejorar el hogar, mientras que parece que actualmente se muestra muy satisfecha con el resto de áreas.

La idea es que vayamos realizando este ejercicio de tanto en tanto y cuando detectemos áreas especialmente bajas, intentemos pensar en qué opciones tenemos para mejorarlas y nos pongamos manos a la obra. A veces también nos puede ayudar comentarlo con otras personas, ya que nos pueden aportar nuevas ideas que quizás no habíamos tenido en cuenta. Por supuesto, si son muchas las áreas a mejorar tendremos que priorizar, pero quizás verlo de forma gráfica nos ayude a visualizar cuál es el área que merece más atención en un primer momento.

Os animo a qué probéis el ejercicio. Podéis dibujar vosotros la rueda o podéis usar esta rueda online que hemos encontrado. Es importante que os toméis este ejercicio como una oportunidad de mejora, ¡todos tenemos áreas a mejorar! Decidme, después de hacer el ejercicio, ¿cuál va a ser la primera área que querríais mejorar? ¿Qué cosas os podrían ayudar a hacerlo?

 

 

Estrategias para sentirnos bien en el día a día

Mantener el buen humor en el día a día muchas veces no es tarea sencilla. Si no gestionamos bien las dificultades cotidianas, es posible que lo que empezó siendo un buen día se vaya tiñendo de gris. ¿Qué podemos hacer entonces para mantener nuestro buen humor?

En realidad no hay una sola respuesta, y es que existen múltiples estrategias que podemos utilizar. En la entrada de hoy os quiero comentar una estrategia concreta que puede resultar muy útil: conectar con nuestro lugar seguro. La idea es que nos imaginemos un lugar (ya sea real o imaginario) en el que nos sintamos en completa calma, un lugar que nos haga sentir seguros/as, que sea muy acogedor e incluso parezca que nos da la bienvenida cuando llegamos a él. Mientras nos lo imaginamos, es importante que vayamos prestando atención a la sensación de calma y seguridad, y que dejemos que se vaya expandiendo. A veces puede costar encontrar este lugar, la idea es practicarlo varias veces e ir haciendo las modificaciones necesarias para hacerlo cada vez más confortable, y así poder conectar más con las sensaciones de calma y seguridad.

¿Te animas a probarlo? Como muchas veces es más sencillo realizar el ejercicio siguiendo un audio, te dejo aquí un link (Audio 9) donde puedes seguir los distintos pasos para imaginarte tu lugar seguro. Si te ayuda, para imaginarlo de forma más vívida, puedes incorporar información de los diferentes sentidos, fijándote en la vista (observando los colores, formas, texturas…), oído (observando los distintos sonidos que puedan aparecer), olfato (fijándonos en los distintos olores que podemos percibir), tacto (explorando las distintas sensaciones táctiles, percibiendo la sensación de temperatura…) y el gusto (si hay algo que podamos probar en nuestro lugar seguro podemos animarnos a hacerlo).

Cuando tengas tu lugar seguro definido, es importante que elijas una palabra relacionada con este lugar que te pueda conectar con esa sensación de calma y seguridad en otros momentos. La palabra puede estar relacionada con las sensaciones y emociones que nos provoca el lugar (relax, calma, ligereza, frescor…) o estar relacionada con nuestra imagen concreta del lugar seguro (playa, casa, naturaleza…). Una vez tengas la palabra, la podrás usar en el día a día para conectar con la sensación de calma y seguridad asociada a tu lugar seguro. Esto puede contrarrestar algunos momentos de malestar y ayudarnos por ejemplo cuando nos quedamos “enganchados” dando vueltas a algún problema.

Os invito a que probéis a realizar este ejercicio a diario durante unas semanas para ver qué efectos puede tener en vosotros/as. Por un lado, tratad de imaginar el lugar seguro con los ojos cerrados (siguiendo el audio o simplemente imaginando sus características y conectando con la sensación de calma y seguridad), y por otro lado, intentad evocar la palabra relacionada con el lugar seguro, así como las emociones y sensaciones asociadas, en momentos de dificultad del día a día. Realizar habitualmente este ejercicio puede tener importantes efectos en nuestro bienestar. Decidme, ¿qué emociones y sensaciones os provoca vuestro lugar seguro?