Mejorando nuestro vocabulario emocional: ¿qué estoy sintiendo?

En el día a día es importante tener un amplio vocabulario emocional, principalmente por dos motivos. Por un lado, si tenemos un buen vocabulario emocional tendremos más claro qué es exactamente lo que sentimos y podremos actuar en consecuencia (ya que no gestionaré mis emociones igual según lo que sienta, por ejemplo será distinto si siento tristeza o si siento rabia). Por otro lado, saber lo que siento me permitirá comunicarlo a otros de forma más eficaz.

¿Cómo podemos mejorar nuestro vocabulario emocional? Una manera sencilla es revisar habitualmente una lista de posibles emociones y tratar de identificar lo que estamos sintiendo. Muchas veces cuando definimos lo que sentimos nos centramos principalmente en las emociones básicas (alegría, tristeza, rabia, miedo, sorpresa y asco), pero muchas veces es posible que lo que sintamos sea una emoción parecida, o una mezcla de varias emociones. Por ejemplo, si en un momento me siento enfadado, puedo sentir rabia, pero también otras emociones relacionadas, como frustración o furia, si mi enfado es muy intenso.

Os dejamos una lista de posibles emociones relacionadas con algunas de las emociones básicas. Decidme, ¿qué emociones de esta lista habéis sentido durante los últimos días?

Imagen adaptada de https://www.pinterest.com.mx/pin/521291725592206913/

Retazos del blog: EMO-CURIOSIDADES: EL ATLAS DE LAS EMOCIONES DE PAUL EKMAN

Paul Ekman junto con el Dalai Lama han creado un atlas virtual sobre las emociones. En él podemos ver las emociones agrupadas en 5 continentes de la emoción: miedo, asco, ira, tristeza y placer. Al pinchar en cada uno de ellos podemos ver diferentes estados posibles según la intensidad de la emoción (por ejemplo en el asco encontraríamos el desagrado, la aversión, la repugnancia…), las acciones a las que nos impulsa la emoción (en este caso podría ser la evitación, la retirada, el vómito), los estímulos que pueden provocar esta emoción (en el caso del asco, por ejemplo, algo podrido, comer algo desagradable, o incluso ver a los fans del equipo deportivo rival).

Si queréis echarle una ojeada podéis visitar este link: http://www.paulekman.com/atlas-of-emotions/

 

 

Atlas de las emociones según Paul Ekman, extraído de http://www.paulekman.com/atlas-of-emotions/

 

 

La tristeza después del parto

Aunque muchas mujeres experimentan una inmensa alegría y sensación de plenitud una vez que tienen a su bebé entre los brazos, a veces también pueden sentir tristeza. La tristeza postparto (o “baby blues”) es un fenómeno que se utiliza para describir los sentimientos de preocupación, tristeza y fatiga que experimentan muchas mujeres después de tener un bebé.

Se calcula que la tristeza postparto puede darse hasta en el 80% de las madres. Los bebés requieren mucho cuidado y atención, es normal que las madres se sientan preocupadas constantemente, cansadas o incluso exhaustas de proporcionar esos cuidados. La tristeza postparto no es un trastorno psicológico ni una patología psiquiátrica. Normalmente los síntomas de tristeza o decaimiento son leves y suelen durar una o dos semanas hasta finalmente desaparecer por sí solos.

Es importante diferenciar entre la tristeza postparto y la depresión postparto. En el caso de la depresión postparto los sentimientos de tristeza son muchos más intensos e incluso, en casos extremos, pueden llegar a afectar a la capacidad de la mujer para cuidar de si misma y de su bebé. La depresión postparto suele ocurrir entre el 2-15% de los partos. Puede empezar un poco antes o en cualquier momento después del parto, aunque lo más habitual es que comience entre una semana y un mes después del parto.

La depresión postparto no tiene una causa, suele ser una combinación de factores físicos (como la alteración hormonal) y factores emocionales (como la ansiedad). Después de dar a luz, los niveles de estrógenos y progesterona bajan rápidamente, esto puede producir alteraciones en el cerebro que finalmente desencadenan cambios en el estado de ánimo. Además, la falta constante de sueño puede generar agotamiento físico y mental, que generalmente contribuyen a los síntomas de depresión. Es decir, la depresión postparto no ocurre por algo que la madre haga o deje de hacer. Es algo que le puede suceder a cualquier mujer, independientemente de su edad, raza, origen étnico o situación socioeconómica.

Mientras la tristeza postparto no requiere de tratamiento, en la depresión postparto el tratamiento es necesario. Debido a la severidad de los síntomas, la depresión postparto puede durar meses o años si no se le pone tratamiento. La psicoterapia y los fármacos antidepresivos son tratamientos que resultan eficaces en casos de depresión postparto. Lo importante es consultarlo con un médico para poder diagnosticarlo y tratarlo lo antes posible.

La tristeza postparto y la depresión postparto son realidades de las que no se suele hablar ¿Por qué? ¿Cuesta admitir que existe tristeza después del parto?

Retazos del blog: Una historia llena de emociones

Quinto capítulo: TRISTEZA

Aquí tenemos la penúltima entrega del cuento. Para los que no hayáis leído las partes anteriores os dejamos los enlaces::

Primera parte               Segunda parte               Tercera parte

        Cuarta parte

Recordad pinchar sobre el botón para escuchar la música ambiental:

(Música cedida por Rafa Sánchez Camacho)

Me sentía tan feliz abrazando a mi hijo… Y sin embargo algo no iba bien. Podía notarlo en el ambiente, mis músculos empezaban a tensarse… ¿Pero qué era? A veces sentimos una emoción visceral antes de que sepamos realmente qué está pasando… Y normalmente no nos equivocamos.

Ahora me daba cuenta de lo que pasaba. El monstruo estaba allí, podía percibir su presencia. Me giré lentamente, protegiendo siempre con mi cuerpo a Gabriel, hasta que me hallé cara a cara frente al ser. -¡Papi, papi! –Gritó Gabriel risueño al verlo. – Mira, es…- Pero no le dejé acabar. – ¡No te acerques a él, Gabriel, es muy peligroso! – Y mientras decía esto recuperé la espada de juguete y me dispuse a atacar de nuevo al monstruo.

Pero no había contado con la desobediencia de mi hijo. Corrió hacia el monstruo y se situó frente a él. – ¡No le hagas daño!- Me rogó. Yo me sentía muy cansado, ya no tenía apenas fuerzas para luchar… Pero debía hacerlo. – Gabriel, apártate inmediatamente.- Le ordené con mi tono más duro. Y ese fue el punto de no retorno. Aparté al niño y ataqué al monstruo. Éste chilló, pero entonces Gabriel se interpuso de nuevo, con lo que estuvo a punto de recibir mi golpe. El monstruo tiró de manera violenta del niño, que acabó golpeándose fuertemente la cabeza, y en un momento, sin saber bien cómo había pasado, me encontré frente a Gabriel tendido en el suelo, inmóvil. Estaba muerto.

Caí de rodillas, sin fuerzas, el mundo se me venía encima. Me acerqué a mi pequeño lentamente, sintiéndome como inmerso en un sueño, no podía creerlo. No… Mi niño no… Le acaricié la dulce carita y el pesar se apoderó de mí. Mi vista estaba nublada y las lágrimas me recorrían las mejillas. Vi al monstruo delante mío con la cabeza gacha. La expresión de su cara había cambiado, era más lastimera. Y, aunque pueda parecer extraño, si mis oídos no me engañaban estaba gimiendo. ¿Podía ser que también estuviera triste? Pero no, aunque pudiera ser posible, él no sabía como yo lo que era sentirse embargado por la tristeza en aquél preciso momento. No podía saber lo que dolía…

Aquí termina este triste episodio… ¿Cómo lo habéis vivido? ¿Qué habéis sentido respecto al monstruo? ¿Quizás rabia…? ¿Repulsión…? ¿O puede que incluso asco? El asco es justamente la última emoción básica, de la que hablaremos durante  la próxima semana.

 

Encuesta sobre las emociones básicas

Cada día podemos sentir múltiples emociones, aunque a veces no seamos conscientes de ello. Habrá épocas donde algunas emociones sean más predominantes que otras. Por ejemplo, en una época llena de nuevos proyectos que nos gustan puede predominar la alegría, en una época de cambio puede predominar el miedo, tras una pérdida puede predominar la tristeza… En estos momentos, ¿cuál es la emoción predominante en tu vida?

Encuesta

¿Qué fue de la tristeza?

En esta entrada queremos compartir un extracto del artículo que ganó el XXV concurso literario de artículos de psicología que organiza el Colegio Oficial de Psicólogos de Cataluña (COPC) y que fue presentado por una de las autoras de este blog (Iris Crespo). Si queréis acceder al artículo completo podéis pinchar aquí.

«La teoría de Paul Ekman (basada en los postulados evolucionistas de Darwin), remarca que la tristeza es una de las seis emociones básicas que evolutivamente nos han ayudado a adaptarnos al medio en el que vivimos y por lo tanto a sobrevivir. Esta teoría afirma que es una emoción que nos invita a reflexionar, nos ayuda a aceptar la realidad y nos incita a promover un cambio. Sin embargo, la sociedad actual tiene miedo a sentir tristeza y mucho más a mostrarla ante los demás, es la emoción no deseada. Incluso se podría afirmar que la tristeza se haya convertido en un tema tabú, es decir, cada día cuesta más hablar de ella. Quizá, por eso, normalizar la tristeza y aceptarla como parte de un buen equilibrio emocional sería de gran utilidad como un primer paso para prevenir ese gran enemigo que puede llegar a ser la depresión.»

Tristeza